UNA BRÚJULA PARA GUILLERMO

Los partidos de pretemporada suelen servirle a los equipos para probar variantes, foguear juveniles, o afirmar algún sistema de juego.

En el caso de Boca, este verano no pudo desarrollar con tranquilidad ninguno de los puntos anteriores y pasó tal vez el peor verano desde aquel fatídico 2010 que terminó con la renuncia de Basile post derrota con River por 1-3 en Mar Del Plata.

Pero ¿Qué paso en estos 22 dias en el club de la Ribera para llegar tan cuestionado a la reanudación de la Superliga que lo tiene como único líder? No, el problema no es solamente producto de lo sucedido dentro y fuera de la cancha en lo que va de este 2018. Desde el punto de vista estrictamente futbolístico, la derrota del domingo contra River no fue más que otra prueba de que este equipo de Guillermo es mucho más débil de lo que reflejan sus números en el campeonato local. Los últimos 3 clásicos se podrían titular tranquilamente como "El Boca de las individualidades" frente al "River de Gallardo" ya que en estos encuentros se hace notoria la diferencia entre estos 2 equipos y sale a flote el principal déficit del conjunto xeneize: pocas soluciones certeras desde el cuerpo técnico a los problemas que surgen antes y durante los partidos. Pareciera que el único respaldo sólido de Guillermo ante los problemas dentro del campo es los millones que pueda desembolsar la dirigencia para traer jugadores de jerarquía, dejando librado a la inspiración de esos nombres que lleguen la suerte de cada partido (hay que reconocer que con esta modalidad, tan mal no le fue). Si bien es cierto que este gusto sólo se lo puede dar un equipo que cuenta entre sus 11 titulares con 8 jugadores de selección, la falta de una identidad y de trabajo tanto en el armado del ataque como en la defensa se nota cuando te enfrentas a un rival que tiene un cómo definido y mayor aún si ese cómo lo llevan a cabo a partir de un técnico pragmatico, especialista en desnudar las debilidades del rival (Anoche le tocó nuevamente a Gallardo ser ese verdugo). Con la lesión de Gago, el mellizo no buscó una variante cercana a sus caracteristicas, sino que optó por la versatilidad del uruguayo Nahitan Nandez, restándole poder ofensivo al prescindir del pase entre líneas y de un mediocampo más organizado que le otorgaba el volante ex Real Madrid. Si bien es verdad que es difícil suplir esa clase de jugador, contaba en el plantel con jugadores que pudieran maquillar esa ausencia con otro armado táctico, pero eligió no hacerlo, o lo que es más grave, no supo cómo.

Lo sufrió el último tramo antes del receso y sobre todo estos partidos de verano, solamente destellos (interesantes, eso si) del Juvenil Maroni le otorgaron un poco de claridad y sentido al ataque xeneize. En ataque perdió a Benedetto, tal vez en el mejor momento del jugador, y con él ese delantero letal que demostro no necesitar más de dos ocasiones para marcar y que dentro del área es ese "goleador neto", importantisimo para la obtención del titulo en 2017 en ese tramo final en el que Boca, al igual que en Diciembre y estos dias de Enero, no logra congeniar alguna jugada de peligro ni parece estar cerca ante la ausencia mencionada de Gago, ahora de Edwin Cardona y un Maroni que no parece estar en consideración aún para sumar más minutos. Para reemplazar a Darío llegó "Wanchope" Ábila, un 9 de caracteristicas distintas y que por como viene el asunto, sus primeros aplausos serán más por la entrega y la pelea contra los centrales rivales, que por goles hechos. No, Wanchope no es inferior a Benedetto, pero tiene otros fuertes de 3/4 de campo hacia adelante que en este momento del Boca de Guillermo hacen a Benedetto imprescindible, 2do en el escalón después de Gago.

Más que Tévez seguramente, porque si bien Carlitos puede ser considerado el único "distinto" en el plantel, de esta manera planteado los encuentros lejos está de encontrar su mejor versión, esto se pudo ver claramente en el partido de ayer, en el que se vio a ese Tevez que desconfia en sus compañeros para descargar y pretende resolver cada avance por su cuenta. Aunque el caso Tévez merece un mayor analísis y se hará una vez que se vea que pretenden de él los mellizos Schellotto con el desarrollo de los partidos oficiales . No se puede predecir que pasará con Wilmar Barrios, pero si podemos afirmar que Boca lo extraña y por más que haya reforzado trayendo dos laterales ex campeónes de Copa, van a sufrir mucho ya sean ellos o sus variantes los que jueguen sin el colombiano entre los 11. Esto se puede decir ya que Guillermo nunca encontró una solución en esta zona del campo, el mediocampo Perez-Bentancur empezó a crecer con la vuelta de Gago, y luego el Gago-Perez con la inclusión de Wilmar y ni que hablar de los volantes externos, que al no contar con un medio liberado para abastecerlos al espacio, muestran su faceta mas debil al tener que juntarse en la zona de creación (Pavón tiene condiciones para triunfar en la élite europea, pero al igual que los grandes extremos de allá, cuando la pelota pasa mucho tiempo en sus pies pierden la sorpresa y hay mayor probabilidades de que fallen en la toma de decisiones) El único punto en el que todavia puede encontrar algo de paz Guillermo es en la zaga defensiva, Goltz llegó para darle respuesta a la mayoria de dudas que presentaba la última linea y aún sin el auxilio de Wilmar, tanto él como Magallán cumplen apagando la mayor cantidad de incendios posibles que le produce las ausencias del 5 tapón y la desorganización en el retroceso que eso provoca, soluciones que aún desde el banco (tanto de parte del cuerpo técnico como en cuanto a nombres) no otorgan.

Este verano deberá ser calificado como negativo pero no se tiene que olvidar, se deberán reconocer tanto los problemas de conducta de público conocimiento y por sobre todas las cosas los deportivos. Tiene una ventaja, arranca puntero, con muy buenos números y a eso se le puede sumar la ilusión que da al hincha el participar nuevamente en la Copa Libertadores. Hay cosas que la billetera de Angelici no pueden comprar, y son justamente esas cosas las que deberá de aportar y agregar a su repertorio como DT Guillermo si pretende estar a la altura de lo que el hincha de Boca anhela para este 2018.

Ezequiel Soto/@sotoezequiel93

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