Costará un Perú

Eliminatorias Rusia 2018
6 sept 2017
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Más alla de un inicio esperanzador, con situaciones claras y hasta con un Ángel Di María como figura (hasta la lesíon), la Selección Argentina decayó, sufrió en desventaja ante el colista Venezuela y lo igualó con un gol en contra que asi las cosas, lo dejan en repechaje en donde se tendra que jugar el todo por el todo ante el conjunto de Ricardo Gareca, que ahora esta en zona de clasificación directa.

El fútbol argentino vive en etapa de emergencia constante. La cúpula dirigencial, primero con la comisión organizadora y luego con Claudio Tapia a la cabeza, tras años con la anarquia de Julio Humberto Grondona; los ocho técnicos en once años en la Selección Argentina, con la crisis de que tres de ellos estuvieron en esta eliminatoria sin ninguna caracterisita similar en la idea del uno con el otro y finalmente, los jugadores que deben convivir con la presión de la sequia de títulos con la celeste y blanca desde 1993, que se agudiza si se tiene en cuenta las tres finales perdidas consecutivas. Bajo este contexto se explica en parte el porque la Selección de Jorge Sampaoli, con Lionel Messi a la cabeza, no pudo sumar de a tres en esta doble fecha eliminatoria, con la igualdad sabor a derrota con el colista Venezuela en un Monumental como hervidero, que lo deja en zona de repechaje a dos fechas de la culminación, en donde debera enfrentar en octubre a Perú, quien pelea palmo a palmo en busca de la clasificación directa. Pero más alla de esto, como local sabía que no podia perder más puntos y salió como tal, con Messi como conductor y sus laderos activos en esos primeros minutos. Ángel Di Maria peligroso por la banda, en uno de sus mejores encuentros en mucho tiempo. Con situaciones claras para los delanteros, que no estuvieron tan quietos a comparación de la noche de Montevideo, pero no fueron finos en la definición, algo a habitual en los últimos tiempos. Mauro Icardi, a comparación del encuentro ante la "Celeste" fue mejor abastecido por sus compañeros pero falló en el arco rival, situación casi extraña para el goleador del Inter. Pero esa idea comenzó a flajear a medida que pasó los minutos, con la creciente figura del arquero venezolano Wulker Fariñez, con las ocasiones de gol desperdiciadas y con la salida por lesión de "Fideo", más alla del buen ingreso de Marcos Acuña, de lo mejor en una noche más oscura que el mismo cielo. La visita se animó a salir de su propio campo, achicar espacios y salir rápido a la espera de un error rival. El inicio del complemento fue un baldazo de agua fría para un Monumental que hasta ese momento fue una fiesta que se termino de apagar. El error en la salida Argentina, con el pase equivocado de Ever Banega y con la definición de Jaison Murillo por encima de Sergio Romero acabó con las buenas intenciones del conjunto de Sampaoli. Los nervios, las impresiciones, las nulas asociedades quedaron en evidencia a la hora de ir por la igualdad, que más alla de encontrarse rápido con el tanto de Feltscher (gol en contra, tras un buen centro de Acuña) no pudo maquillar los problemas de elaboración del equipo. La impotencia y la desorganización final quedaron más plasmados con el manotazo de ahogado del técnico con el doble nueve Icardi - Benedetto, que chocaron más que generar más peligro. El final, con los silbidos y el grito de guerra !Meeeeessi!de la tribuna decantan un panorama que ahora más que nunca preocupa. Sigue en la misma posición antes del comiezo de la doble fecha, pero el juego y los resultados no variaron tras cambiar nombres, tácticas e ideas. Jorge Sampaoli sabe que con poco tiempo deberá levantar a su tropa, y se jugará los últimos cartuchos ante Perú y Ecuador para llegar a Rusia 2018. Pase lo que pase, la organización deberá ser la premisa para no equivocar nuevamente los caminos de cara al futuro.