La AmeriCup marca el inicio de un camino
- Eliminatorias Rusia 2018
- 5 sept 2017
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El máximo torneo a nivel contienen ha llegado a su fin y vamos a hablar de lo que vendrá para Argentina de cara al futuro.

El sueño de los pibes terminó siendo opacado por un rival de nivel, como lo es Estados Unidos, pero como se dice en la jerga popular “que el árbol no tape el bosque”. El resultado siempre es importante, lograr un torneo internacional significaba un montón de cosas para para cualquier equipo, pero no haberlo obtenido no quitará méritos ni las buenas sensaciones que han dejado. La mochila que tienen es inmensa, representar al país post Generación Dorada teniendo la vara tan alta. En la previa se contaba con un dorado, Luis Scola, pero llegó tocado a la primera etapa en Bahía y se volvió a lesionar quedando out para todo el torneo lo que terminó siendo la primer prueba sin ningún gran referente de peso. Pero las generaciones van cambiando y nuevos referentes van apareciendo, Campazzo ya había tomado esta responsabilidad y la confirmó con creces durante los días de competencia, dejando en claro que el equipo se encamina detrás de él. Quizás Laprovittola quedó rezagado, el base del Zenit ruso tendrá que encontrar su lugar y sumar al seleccionado. Las miradas para dar ese paso adelante en cuanto a personalidad estaban puestas en Garino, Deck y Brussino, los tres dejaron grandes sensaciones. El primero continúa enamorando con su entrega y sumó además mayor participación en ofensiva, lo cual lo convierte en un arma peligrosa. El jugador de San Lorenzo tuvo un alto desempeño, su lesión lo obligo a no estar al 100% para la instancia final pero demostró valentía, carácter y tozudez para disputar los partidos. Por el lado del NBA del equipo, arrancó dubitativo, como sintiendo la presión de ser un protagonista, pero a partir de las semifinales demostró todo su talento explotando en la final. Cada uno de ellos se ganaron la aprobación de la gente. Luego venían los demás, muchos ya con experiencia como Delía, de buen trabajo defensivo durante la estadía en Córdoba pero tendrá que aportar más en ataque, ya que es el único pívot que jugando Europa. Saiz y Redivo fueron las sorpresas, el ala-pívot de Regatas (Ctes) se ganó un lugar y cuando las papas quemaban, frente a México y EEUU, sumó en ambos lados de la cancha lo que le permitía estar en partido durante los momentos claves. El escolta, ex base de Bahía Basket y actual Baskonia, realizó una primera instancia de alto voltaje, seguramente por jugar en su casa, con el público coreando su nombre, se motivó hasta ganarse un lugar. En los últimos dos encuentros, perdió porcentaje de tiro relegando posición. Aun así, ambos han pasado la prueba probando ser variantes confiables. En los últimos lugares están los Luca Vildoza, Gallizzi y Fjellerup, no porque no rindieran, sino por no contar con tantas oportunidades como los demás. El escolta de Bahía, Fjellerup, sumó su granito de arena desde el lado defensivo mediante intensidad y juventud, es el más joven del plantel con 19. El pívot Gallizzi aportó en defensa pero su verborragia, la cual lo caracteriza, por momentos le juega una mala pasada cometiendo faltas evitables. En ofensiva, ambos tendrán que mejorar. En cuanto a Vildoza, como venía de una lesión no sumó tanto como se podía imaginar. Ha dejado en claro que talento le sobra, tuvo ráfagas de su mejor juego desde la conducción. Con continuidad y protagonismo su aporte será otro. A estos representantes argentinos se suman los Juan Pablo Vaulet (lesionado), Santi Vaulet, Erik Thomas, Daniel Amigo entre otras jóvenes promesas que tendrán que pelear un lugar. La AmeriCup se cerró con una derrota que pudo ser victoria, porque se estuvo +20 y no se pudo dar el golpe de gracia frente a un oponente al cual no se lo vence del Atenas 2004. Son derrotas que marcan la inexperiencia y no quedará otra que aprender a jugar frente a estos rivales estando en ventaja para cerrar el resultado o viniendo desde abajo para remontarlo. Son finales que dejan mucha bronca, pero que ayudaran a futuro, inclusive la Generación Dorada tuvo que perder de esta forma para aprender a ganar. Las cartas que mostrará a futuro la selección han quedado a la vista, si bien en el poste bajo se podrá sufrir, expuso distintas formas de suplir esa flaqueza. Hoy por hoy el mayor enemigo es la consistencia, porque cuando la intensidad y voracidad se unen a la calma e inteligencia para manejar los partidos, El Alma es temible para cualquiera.
Lucas Ugartemendia @lucasu22






















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