Retrasos e interrogantes a un año del puntapié inicial del Mundial en Rusia

Retrasos e interrogantes a un año del puntapié inicial del Mundial en Rusia

Pese a que Rusia está en el centro de la escena por varios conflictos, los organizadores de la cita mundialista garantizan que el país de Europa del Este estará preparado en lo deportivo y organizativo de cara al comienzo de la mayor cita futbolística, que inicia el 14 de junio de 2018.

Cuando resta exactamente un año para el comienzo de la Copa del Mundo 2018, Rusia se prepara para brindar un gran espectáculo y al mismo tiempo garantizar la seguridad en las diferentes ciudades rusas que albergarán la cita mundialista, certamen para el cual ya se encuentran clasificados el anfitrión, Brasil e Irán. Pese a los retrasos en la construcción de los estadios y los interrogantes sobre la capacidad del país más extenso del mundo para responder a los enormes desafíos que se le presentan ante semejante acontecimiento, Rusia parece estar preparada para mostrar al mundo una imagen festiva en lo que será la primera vez, desde la creación del trofeo Jules Rimet en 1930, que el Mundial se dispute en un país de la Europa del Este. Los atentados yihadistas no pasan desapercibidos y la intención de los organizadores de atraer a los aficionados de todo el mundo a un país que tiene una mala imagen no es una tarea para nada sencilla, a tal punto que a falta de 365 días para que comience a rodar la pelota, el campeonato no despierta el interés del público local. En lo que refiere a los preparativos para la XXI edición de la Copa Mundial de Fútbol, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino se mostró "satisfecho" en su última visita a la Federación Rusa. El panorama es alentador en los que respecta a las obras en los 12 estadios, ubicados en 11 ciudades, que albergarán los 64 partidos de la contienda mundial, teniendo en cuenta que los escenarios del estadio Olímpico de Sochi, Kazán Arena, Krestovski (San Petersburgo) y el Spartak Stadium ya se encuentran finalizados. Vale tener en cuenta que estos cuatro recintos serán sede de la Copa Confederaciones, torneo que comenzará el próximo fin de semana con el encuentro inaugural que protagonizarán el anfitrión, Rusia y Nueva Zelanda, y será una prueba de fuego para los organizadores y la FIFA en lo que tiene que ver con lo deportivo y principalmente en lo organizativo con miras a la Copa del Mundo, torneo para el cual se realizará el sorteo de la fase final en diciembre. En cuanto al Ekaterimburgo Arena, Luzhnikí, Volgogrado, Nizhni Nóvgorod, Rostov del Don, Samara Arena, Saransk y Kaliningrado, las obras quedarán concluidas a fin de año. Los trabajos no se han librado de las críticas por las condiciones laborales de los obreros, que se han movilizado en gran número en el último tiempo, y por si fuera poco la FIFA admitió haber descubierto a trabajadores ilegales norcoreanos en las obras de San Petersburgo, situación que provocó el enojo de las federaciones escandinavas. Para un evento de semejante envergadura, en el cual se movilizan miles de personas, el transporte es uno de los factores primordiales y más teniendo en cuenta la gran extensión de la nación europea, motivo por el cual los desplazamientos de los visitantes y aficionados serán bastantes largos. Más allá de que Rusia ha seleccionado ciudades situadas en su parte europea, las distancias entre una sede y otra son extensas, a excepción de Nijni-Novogorod y San Petersburgo que están unidas con Moscú por un servicio ferroviario exprés. Como alternativa para el movimiento de masas, el gobierno ruso buscará reformar los aeropuertos de las ciudades anfitrionas para posibilitar el traslado aéreo y la conectividad del público. En referencia a las bases aéreas, la renovación del aeropuerto de Kaliningrado, ubicado en el corazón de la Unión Europea, tiene un retraso significativo y los trabajos no finalizarán antes de marzo del año próximo; mientras que Cheremetievo y Domodedovo, los dos principales aeródromos moscovitas, contarán con nuevas terminales. Además, siguiendo la línea del transporte, las obras ligadas a las estaciones de metro aún no están terminadas a que queden inauguradas a principios del año venidero. El dato positivo tiene que ver con la labor social ya que las autoridades y voluntarios están promoviendo el aprendizaje del inglés y cerca de 30.000 voluntarios estarán capacitados para recibir y orientar a los visitantes, que desde diferentes puntos del planeta decidan viajar a Rusia para apoyar a su selección en un certamen que se prolongará del 14 de junio al 15 de julio de 2018 y por primera vez tendrá a Rusia como anfitrión. Al día de la fecha, es poco el entusiasmo de los rusos no sólo para el Mundial sino también para la Copa de las Confederaciones, próxima a comenzar. Tal es así que a mediados de abril se han vendido 200.000 entradas de las 700.000 que se pusieron a la venta, lo que no hace más que preocupar a las autoridades y organizadores rusos, quienes han reconocido que varios estadios lucirán vacíos y será difícil que se cumplan las estimaciones en cuanto a la cantidad de visitantes que recibirá la nación del Viejo Continente durante el Mundial (4 millones de turistas). Desde el 2010, año en el que Rusia le ganó a España y Portugal la candidatura para organizar el Mundial de fútbol, el contexto en la Federación Rusa ha cambiado y pese a que el presidente Vladimir Putin aprobó varias leyes para endurecer las medidas de seguridad, la amenaza terrorista, la guerra en Siria y las conflictivas relaciones entre Moscú y las potencias occidentales son algunos de los factores que, sin lugar a dudas, influyen no sólo en el normal desarrollo de un evento de gran porte sino también en la toma de decisión de los aficionados de viajar o no a un país que está convulsionada por varios conflictos y será eje de todas las miradas en los días previos y durante la disputa del campeonato.

Marcos Vergani

@Deporte_mv

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